Tomados por la contradicción de ir hacia ellos mismos e ir hacia el otro, él y ella conviven en el intento de crear un mundo compartido, un mundo para ambos convirtiendo lo salvaje en territorio doméstico. El territorio debe definirse solamente como un gesto en el tiempo. Solo queda dirigirse hacia el otro. Generando así una escena comprimida de partidas y soledades.
Una producción para CALDO
Dirección
Sebastián Pereira